anagilramos - barcelona
Ante este proyecto ambiguo surgen multitud de caminos. Puede entenderse de varios modos y admite distintas interpretaciones.
Al pensar en un libro abierto por asociación llego a la pizarra. Libro sin principio ni final, que ha tenido y tendrá muchas historias precisamente porque no conserva ninguna, es abierto y no acabado.
escribir/borrar - dibujar, rallar/borrar - anotar, enseñar, inventar/borrar - expresar...
Por otro lado volvemos al libro como objeto pero visto más allá de lo que es, es decir de una obra de lectura. Podemos despedazarlo descubriendo un nuevo volumen de páginas, cartón escondido, cuero, tarlatana, hilo… transformarlo agrandando su tamaño para curiosear desde otra perspectiva.
Transformar su contenido y su sentido sustituyendo el texto por otras formas de contar. Coser líneas, dibujar una historia, agujerear, pegar, cortar, doblar… Construir así un libro de ideas con múltiples lecturas según el sentido que se quiera dar. Una línea puede ser un horizonte sugerente o el soporte ideal para tender una colada.
Un libro de ideas para representar una historia de vida mediante símbolos en el lugar de las palabras. Nuestro propio lenguaje que comunica nuestra vida.
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